El desafio de organizar las innumerables ideas y pasar para el papel (o para la vida) es tan grande cuanto despertar y pensar en lo que va a hacer ese día.
Dios ha hablado y me enseñó muchas cosas en los primeros 10 días de 2012, tantas cosas que no sé cómo escribir todo.
Empezar 2012 en Brasil fue una prueba de fe y convicción del llamado de Dios. Fue muy bueno estar en la iglesia con mi familia, de ver a mi perrita Vitta alegre, jugar con mis hermanos, comer arroz y porotos con carne y papas, ser abrazada violentamente por mi madre, comer açai, andar en bicicleta en el camino de tierra con mi padre, charlar con mis tías, ganar de mi padrastro en el vídeo-juego (como siempre), sentir la lluvia débil de São Paulo, esas son las cosas que no tienen precio y yo tengo que dejar.
El deseo de quedarme aquí y no volver a Chile es muy fuerte, pero más fuerte es la confirmación de que el Señor me dio que debo estar en Santiago.
Fui confrontada entre mis razones y emociones con el envío Dios me había dado, que para muchos era una locura porque yo estaba perdiendo el tiempo, la salud, las oportunidades de trabajo, dinero y un montón de cosas.Volver a Santiago, para todos (incluso para mi) significa perder mi vida, pero estoy dispuesta a perder mi vida por Aquel que murió por mí.
Para el que quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí y por el evangelio, la salvará. Marcos 8:35
Yo estaba orando en estos días y pedí al Señor para que fortalezca mi corazón, porque solamente con la fuerza de Él yo puedo hacer la voluntad de Dios de estar lejos de mi zona de conforto. Entonces el Espíritu Santo me dio una Palabra:
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón.
Es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Porque aún en poquito tiempo, y lo que viene vendrá y no tardará.
Pero el justo vivirá por la fe y se él retrocede, mi alma no se complace en él.
Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de aquellos que tienen fe para preservación del alma. Hebreos 10:35-39
La frase "Si retrocede yo no me complazco en ti" parece hacer eco en mi corazón y yo sé que tengo que ser como se dice en el versículo 39 ... "Yo no soy de los que retroceden, pero yo soy el que cree para la conservación del alma."
Tener comprados los pasajes me ayudará a ir al aeropuerto y tomar el avión, pero la única razón para regresar a Santiago es no retroceder en el camino que Dios me ha colocado.
No tengo ningún documento firmado diciendo que voy a ser feliz y exitosa en Chile, todo lo que tengo es la Biblia y las promesas contenidas en ella, y no tengo idea de cuánto tiempo Dios se tardará en llevar a cabo, sólo estoy convencida de que Él me ama, y sucederá el mejor en mi vida, para honor y gloria del nombre de Jesús.
Amén
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